El 25% de los datos que poseen las organizaciones podrían ser falsos

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El Big Data se ha convertido en la forma más rápida de conocer el comportamiento de los consumidores, sus necesidades o sus intenciones de consumo en un futuro próximo. Sin embargo, el 60% de los usuarios miente o aporta al menos un dato falso cuando se les solicitan datos personales en Internet.

En la era del Big Data, los datos se han convertido en una herramienta de gran potencial para la optimización de resultados. Tal es su importancia que, cuando los usuarios mienten o falsifican sus datos personales, repercute directa y negativamente en las cuentas de las empresas. Pues bien, según los últimos estudios de Hocelot, el 60% de los usuarios miente o aporta al menos un dato falso cuando se le solicitan datos personales en Internet. El Dirty Data, que es como se conoce a todo el conjunto de datos incorrectos, incompletos, desactualizados o duplicados que se encuentran en las bases de datos de las empresas, se convierte así en el mayor enemigo al que las empresas se enfrentan en términos de información.

El Big Data tiene como pilares fundamentales los conceptos de volumen, velocidad y variedad, ya que consiste en analizar y gestionar un mayor volumen y variedad de datos a una velocidad cada vez más alta. Sin embargo, la aparición del Dirty Data trae consigo la necesidad de contar con dos nuevas variables: veracidad y valor. El primero se ha convertido en una cuestión de confianza para las propias empresas, ya que se calcula que el 25% de la información que poseen las organizaciones podrían ser datos falsos. El segundo es igualmente importante, puesto que contar con datos verídicos aporta un valor añadido a las bases de datos de las empresas y maximiza la utilidad de los datos recabados.

El hecho de que las bases contengan datos erróneos puede tener como origen dos causas. Por un lado, los usuarios, al introducir sus datos, pueden cometer de forma inintencionada errores tipográficos. Por otra parte, en la gran mayoría de las ocasiones los usuarios falsean de forma intencionada sus datos.

“El Big Data se ha convertido en la forma más rápida de conocer el comportamiento de los consumidores, sus necesidades o sus intenciones de consumo en un futuro próximo. Sin embargo, si poseer grandes cantidades de información es muy importante, la veracidad de todos estos datos es incluso más determinante”, indica Antonio Camacho, fundador de Hocelot. “Las empresas se enfrentan a un serio problema cuando se lanzan al Big Data, ya que no toda la información que recopilan es veraz. El Dirty Data es, por tanto, un nuevo reto que las empresas deben afrontar si quieren reducir los riesgos por pérdidas relacionadas con el fraude de identidad”.

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