La mayoría de las organizaciones comienzan con pocos recursos de TI y bajos niveles de rendimiento de sus servidores, pero, a medida que crecen, las pequeñas y medianas empresas se encuentran con la necesidad de manejar grandes cantidades de datos generados por el desarrollo del negocio. A la hora de planificar y desplegar nuevos recursos de servidor, los directores de TI se encuentran con el problema de que el rendimiento de estas máquinas puede resultar especialmente difícil de medir. En este artículo publicado en The Pulse of TI, se recomienda tener en cuenta tres factores para evaluar con precisión las crecientes necesidades de los servidores empresariales:

Limitaciones de memoria

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Mientras que los nuevos servidores son por lo general suficientes para cubrir las necesidades de computación a nivel de front-office, la cantidad de espacio de memoria necesaria para dar un soporte óptimo a menudo se pasa por alto, algo que es especialmente importante en entornos altamente virtualizados. Como la memoria asignada debe estar disponible antes de poder lanzar una carga de trabajo virtual, la escasez de espacio de memoria hace que puedas disponer de un menor número de máquinas virtuales.

Capacidad de almacenamiento

Al evaluar los servidores, también debes asegurarte de que la cantidad de almacenamiento disponible se adecúa a tus necesidades actuales y futuras. Por ejemplo, los servidores de bastidor pueden tener ranuras físicas limitadas o espacio interno para unidades de almacenamiento adicionales.

Una consideración menos obvia es el tipo de tarjetas de interfaz de red (NIC) que el servidor y el almacenamiento soportan. Si bien dos o cuatro puertos de 1 gigabit por segundo (Gbps) son generalmente adecuados, las organizaciones con requisitos más pesados deben explorar la conectividad de 10 Gbps o ranuras de bus internas adicionales para una futura actualización.

Escalabilidad

El enfoque tradicional para superar las limitaciones de capacidad de computación consiste en la adquisición de más servidores y el empleo del balanceo de carga, pero un enfoque más moderno implica el uso de un sistema integrado para permitir una escalabilidad más simple y más rápida.

Como su nombre indica, un sistema integrado alberga esencialmente computación, almacenamiento, redes, gestión y componentes de virtualización en un único sistema para un despliegue y gestión simplificados. La agrupación de memoria, almacenamiento y necesidades de computación también aumenta la eficiencia, y una nueva generación de servidores blade entra en esta categoría, integrando energía, refrigeración y almacenamiento en el mismo chasis.

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