Claves para desbloquear todo el potencial de la nube

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La nube no es un proyecto de TI que se resuelve en una sola vez. Al igual que las operaciones y la estrategia deben ser adaptables, también debería serlo la huella cloud. Para poder avanzar en este terreno se necesita una estrategia bien definida y orientada al valor que vincule a los equipos de tecnología y de negocio en su búsqueda común de resultados.

Cuando la pandemia hizo que la economía echara la persiana, las empresas se dieron cuenta de que necesitaban los servicios cloud para que los empleados pudieran trabajar en remoto, para recomponer sus cadenas de suministro y para ofrecer servicios a los consumidores que no podían salir de casa. Estos servicios incluyen desde aplicaciones tan simples como el correo electrónico, a otras tan complejas como el software de gestión de las relaciones con los clientes.

Sin embargo, y a pesar de la aceleración en la adopción del cloud en todo el panorama empresarial, la mayoría de las empresas apenas entrevé el enorme potencial de estas soluciones. Según una encuesta de PwC a directivos publicada en 2021, el 53% de las empresas aún no ha obtenido un valor sustancial de sus inversiones en estas tecnologías. Este dato ayuda a entender la magnitud del potencial desaprovechado de la nube para impulsar estrategias corporativas digitales. A través de su trabajo con empresas de todo el mundo, PwC ha identificado siete factores críticos para cerrar la brecha del potencial de la nube:

1. Establecer objetivos claros de creación de valor. Hay que evitar la tentación de ver la nube sólo como un proyecto de TI que ahorra costes y concebirla como un catalizador para la creación de valor empresarial.

2. Reimaginar retos adoptando una mentalidad cloud. Si se es demasiado conservador a la hora de evaluar todo lo que la nube puede aportarle a la empresa, o se tiene una mentalidad pre-nube, va a perderse muchas oportunidades.

3. Dejar que el equipo lidere el viaje a la nube. En lugar de presionar a los empleados para que adopten lo que ofrece la nube, hay que hacerlos partícipes del cambio estratégico más amplio. Para que la tecnología despegue, personas y máquinas tienen que trabajar de la mano.

4. Aprovechar la oportunidad para resolver tus problemas de TI y datos. No hay que pensar que adoptar la nube es un parche rápido a los viejos problemas con el sistema de TI de la empresa. De hecho, para que la migración a cloud funcione hay que hacerlo al revés: resolver esos problemas antes de que la empresa se ponga a invertir en la nube.

5. Priorizar las necesidades de ciberseguridad y de cumplimiento. A pesar de que es bien conocido que la nube hace que la ciberseguridad adquiera un nivel de complejidad mucho mayor, que el compliance se encarezca y que los datos sean mucho más vulnerables, muchas empresas no invierten lo suficiente en servicios de seguridad en la nube.

6. Reformular los problemas como oportunidades para innovar. No se trata de apuntarse logros rápidos, como digitalizar el canal de venta, o hacer eficiente un proceso interno. Los operadores de cloud más inteligentes experimentan continuamente, miden los resultados en tiempo real y, si algo no funciona, redirigen el rumbo a otras áreas sin lamentarlo.

7. Celebrar los triunfos, pero no cantar victoria demasiado pronto. La nube requiere actualizaciones, perfeccionamientos, e inversiones continuas para funcionar bien, así que no se debe pensar solamente en el capital (y los esfuerzos) que se tendrá que invertir en el primer año.

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