El sector agro se lanza al mundo hiperconectado
- Transformación digital
Tractores inteligentes, control de plagas, drones o monitorización en línea de cultivos y ganadería, son sólo algunas de las aplicaciones prácticas de la Internet de las cosas en el sector agrícola y el ganadero, ayudando mejorar la calidad de vida y reducir el trabajo pesado.
Incorporar sensores para aumentar el rendimiento por hectárea, optimizar procesos, mejorar la calidad del producto final y ahorrar tiempo, así como predecir fallos en máquinas e, incluso, controlar plagas. Estas son solo algunas de las ventajas que ofrece al sector agro la Internet de la Cosas (IoT), según señala Orizont, la aceleradora agroalimentaria de Sodena, que destaca como la Agricultura Inteligente ayuda a mejorar la calidad de vida y reducir el trabajo pesado.
Un ejemplo de ello es la monitorización en línea a través de sensores, que permite a los agricultores conocer desde su smartphone o tablet la temperatura, humedad y tamaño del tallo de la fruta o cultivo. En función del estado de los cultivos, cada persona puede adecuar a cada finca el tratamiento de fertilizantes y funguicidas de forma eficaz y precisa. Gradiant, el Centro Tecnológico TIC de referencia en Galicia, afirma que estas aplicaciones pueden llegar a suponer un ahorro de hasta un 30% en el coste de los fertilizantes de muchas explotaciones.
Otra las aplicaciones prácticas de la Internet de las Cosas en este sector son los smart tractors, unos tractores inteligentes que sustituyen la cabina del conductor por un completo sistema autónomo basado en cámaras, radares, GPS y sensores, que detectan obstáculos y hacen que el vehículo cambie de dirección para evitar impactos. Funciona gracias a la introducción de mapas en el sistema, con los límites del campo y, además, incluye un software de planificación de trayectos. El agricultor lo programa con una aplicación y puede hacerlo trabajar de manera simultánea con otros tractores.
Más conocidos son los drones, que cada vez van a sobrevolar más terrenos agrícolas. En concreto, la consultora IDTechEx calcula que el mercado de los robots y los drones para la agricultura mueve ya 2.600 millones de euros al año y prevé que esta cifra se triplique en 2022 hasta alcanzar los 8.900 millones de euros. Muchos agricultores los utilizan ya para conocer con precisión en tiempo real el estado de los cultivos y, así, realizar una fumigación de precisión. Incluso, en Polonia han comenzado a trabajar con los denominados ‘drones abeja’ para favorecer la polinización mundial debido a la reducción de abejas.
La ganadería conectada es otro de los avances que ya se están llevando a cabo. Herramientas y sensores que miden el movimiento del ganado, controlan su nutrición e, incluso, su capacidad reproductiva. Además, los ganaderos pueden saber en todo momento la localización de los animales para facilitar su recuento y reducir robos.