Claves para rentabilizar la transformación digital

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Aunque este proceso puede abaratar hasta un 20% los gastos de producción, logística y mantenimiento en las empresas, la adquisición de herramientas tecnológicas supone un importante esfuerzo económico. Hay que adoptar estrategias que favorezcan la reducción de esos costes y generen beneficios a corto plazo.

La transformación digital de las empresas es un fenómeno al alza. Concretamente, España se sitúa ya entre los tres que más han progresado en los últimos cuatro años, según el último Índice de la Economía y la Sociedad Digitales de la Comisión Europea.

Pese al avance de la transformación digital, una de las cuestiones que más preocupa a las empresas es cómo monetizarla. Y es que, aunque este proceso puede abaratar hasta un 20% los gastos de producción, logística y mantenimiento en las empresas, la adquisición de herramientas tecnológicas supone un importante esfuerzo económico. Por ello, ha de basarse en estrategias que favorezcan la reducción de esos costes y generen beneficios a corto plazo. En este sentido, The Valley define una serie de pautas para hacer de la digitalización un proceso económicamente rentable:

No descuidar la explotación de recursos durante el proceso de innovación. Esto se consigue poniendo en práctica la “ambidestreza” corporativa. En la toma de decisiones en el seno de la empresa, es fundamental lograr un equilibrio entre mantener los procesos consolidados en la actividad de la compañía y explorar nuevas ideas. Para evitar que la transformación suponga una merma económica importante a largo plazo, lo más eficaz es implantar el proceso de forma paulatina empezando por departamentos clave, como Recursos Humanos y Marketing,

Centrar el proceso en la transformación cultural. La digitalización de las empresas es una respuesta a las nuevas exigencias de los clientes, que cada vez trasladan más operaciones físicas al ámbito digital. En consecuencia, este proceso ha de inspirarse en valores culturales, en lo que caracteriza a la sociedad actual, poniendo el foco en los clientes. La compañía debe dar respuesta a sus necesidades.

Construir un equipo implicado y especializado. Aumentar los ingresos es la base de la monetización de la transformación digital, y el departamento de RRHH juega un rol clave en este proceso. Es fundamental que construyan un equipo implicado y preparado para la digitalización. Además de la captación de nuevos empleados, es importante que los que participan en la actividad de la compañía con anterioridad reciban una formación adecuada y se sientan partícipes del cambio.

Poner al frente de la transformación a embajadores de todos los estamentos. Además de formar el talento interno y captar el externo, es clave crear una estructura jerárquica con embajadores procedentes de diferentes niveles en la empresa. En esta tarea, es importante, además, mezclar perfiles senior y junior. De esta forma, empleados con menos destrezas tecnológicas cooperan y se retroalimentan de los conocimientos de los nativos digitales, haciendo de ello un proceso formativo en sí mismo, sin costes para la empresa.

Tomar el liderazgo desde los puestos directivos. Centralizar las decisiones clave del proceso de transformación digital en la figura del CEO contribuye a diseñar una estrategia coherente que saque el máximo partido de los recursos. A partir de ahí, el líder ha de acompañar a los empleados en todo el proceso para que la transformación sea efectiva y genere beneficios. Todo ello, con una actitud indulgente ante los errores y transmitiendo seguridad en las decisiones.

Gestionar de forma eficaz la resistencia al cambio. No hay mayor despilfarro que invertir en un proceso en el que los propios trabajadores no creen. Para evitarlo, hay que poner el foco en el cambio de mentalidad y empoderar a los embajadores de la empresa dándoles más protagonismo que al proceso en sí.