5 grandes ventajas del software de gestión empresarial
- Productividad
El beneficio principal que aporta un ERP a las empresas es el de facilitar la gestión de todos sus recursos empresariales, integrar la información y los procesos que se generan o tienen lugar en diferentes departamentos y áreas funcionales y, centralizar toda la información en una única base de datos.
Las empresas apostaron hace tiempo por optimizar la gestión de sus recursos, apoyándose en aplicativos, pensados para responder a necesidades específicas de su negocio, lo que, sin duda, ha contribuido a mejorar sus prácticas de gestión. La alta competitividad del entorno, la velocidad a la que se suceden los acontecimientos y, en general, las nuevas necesidades de información han impulsado la implantación y uso de esos aplicativos. Datisa explica cuáles son las principales ventajas que aporta un ERP a la gestión empresarial:
Integración de todos los datos del negocio
Disponer de información “contextualizada” e integrada ayuda a mejorar la eficiencia de una organización ya que todas las áreas y las personas que conformen sus equipos estarán al tanto de lo que pasa, de las necesidades que se presentan y les resultará más fácil tomar las decisiones adecuadas para actuar en consecuencia. Los flujos de información que se generan en el seno de un ERP, junto con la posibilidad que proporcionan para analizar y planificar acciones permiten mejorar los ratios de productividad.
Visión global con una perspectiva unificada de la operativa
La información que proporcionan los aplicativos ERP ayuda a los responsables a proyectar la imagen global del negocio y ayuda a analizar, desde diferentes ángulos y enfoques, lo que sucede en cada una de las áreas que conforman la organización y el impacto que tiene cada una de ellas sobre el conjunto del negocio. Saber lo que pasa en el entorno de las ventas, permitirá tomar mejores decisiones en el entorno de producción, por ejemplo.
Más seguridad y mayor protección para la información
El ERP hace que toda la información se integre en un único sistema, evitando que se almacene y se gestione a través de diferentes aplicativos. Actualizar o garantizar la seguridad de un único sistema es mucho más sencillo que hacer lo propio con diferentes programas.
Reducción de costes
Utilizar un ERP reduce drásticamente los costes, porque permite que las personas aporten realmente valor al negocio, al automatizar muchas de las tareas que antes tenían que hacer o revisar de forma manual; minimiza el margen de error y, por tanto, el tiempo que se debe emplear en rehacer tareas, así como las sanciones administrativas que se podrían derivar; ayuda a planificar acciones y, por tanto, mantener a raya los presupuestos; y facilita el despliegue de nuevos aplicativos que giren en torno al ERP, como soluciones de Business Intelligence o Business Analytics para analizar más en detalle toda la información disponible y planificar o prever necesidades futuras ya sea en producción, en almacén, o en ventas.
Mejores prácticas en la gestión de los recursos
Un ERP no solo automatiza los procesos definidos por la organización, sino que, ayuda a los responsables a replantearse nuevas vías para administrar y gestionar sus negocios de una manera más eficiente y moderna.