Qué buscar en una herramienta de supervisión del rendimiento de las aplicaciones

  • Productividad

portatil software empleado

Para optimizar el rendimiento del sistema se necesita una herramienta moderna de gestión del rendimiento de las aplicaciones que proporcione una observabilidad de pila completa, adaptable y fácil de implementar y de usar. Las capacidades de ManageEngine Applications Manager ayudan a satisfacer las necesidades del negocio.

En el mundo actual impulsado por la tecnología, las aplicaciones son el alma de las empresas y la piedra angular de las interacciones con los usuarios. Desde las plataformas de comercio electrónico hasta las redes sociales, el rendimiento impecable de las aplicaciones es un requisito fundamental para la satisfacción del usuario y el éxito empresarial. Sin embargo, bajo la superficie de operaciones aparentemente fluidas se esconden posibles escollos que pueden transformar rápidamente una experiencia de usuario positiva en una pesadilla. Aquí es donde resulta útil contar con una solución sólida de supervisión del rendimiento de las aplicaciones (APM).

A la hora de seleccionar la solución adecuada entre la gran cantidad de opciones disponibles es necesario tener en cuenta una serie de consideraciones técnicas:

--Observabilidad de pila completa. Las herramientas tradicionales de APM a menudo se centran únicamente en el back-end, lo que lo deja ciego a posibles cuellos de botella en el front-end o la infraestructura. Para comprender realmente el sistema y optimizar el rendimiento, se necesita una herramienta moderna de gestión del rendimiento de las aplicaciones que proporcione una observabilidad de pila completa, que abarque el front-end, el back-end, la infraestructura e incluso los entornos de nube. Esta vista panorámica le permite identificar problemas rápidamente, independientemente de su origen, y navegar por la compleja interacción entre los componentes con una precisión inigualable.

--Una pila tecnológica diversa. La selección de una herramienta de monitorización requiere un buen ojo para la adaptabilidad, especialmente en el contexto de una gran organización con diversas configuraciones técnicas, incluidos varios centros de datos y nubes públicas. La solución debe adaptarse sin esfuerzo a esta diversidad técnica y debe admitir sin problemas todos los aspectos de la pila de aplicaciones en evolución. Cerrar las brechas en la monitorización es crucial para comprender el panorama general de los problemas, detectar tendencias y prevenir posibles desafíos a medida que crece.

--Facilidad de implementación y usabilidad. Incluso si una herramienta de monitorización de aplicaciones es altamente funcional, su efectividad se ve socavada si es difícil de implementar. La configuración inicial es uno de los primeros puntos de contacto entre la herramienta y sus usuarios. Si el software APM tiene un proceso de instalación y configuración complicado e indirecto con una curva de aprendizaje pronunciada, puede conducir a una experiencia menos que fluida más adelante. Por lo tanto, es esencial buscar los siguientes atributos en una herramienta APM:  la capacidad para iniciar la recopilación y el registro de datos de la aplicación a los pocos minutos de la configuración; opciones de configuración automatizadas; y acceso a instrucciones detalladas, guías de solución de problemas y preguntas frecuentes para ayudar durante el proceso de instalación y más allá.

Otros dos factores que trabajan en conjunto con la facilidad de instalación son la facilidad de uso y la personalización. La herramienta no solo debe contar con una interfaz intuitiva y fácil de usar, que garantice una navegación sin esfuerzo, sino que también debe priorizar las funciones de personalización. Cada infraestructura es única, por lo que la herramienta seleccionada debe ser flexible, lo que permite a su organización personalizar la supervisión del rendimiento en función de sus objetivos y KPI específicos.

--Automatización y gestión de fallos. Los entornos modernos son demasiado complejos como para recurrir a la supervisión manual. Para gestionarlos de forma óptima, es imprescindible buscar soluciones de monitorización del rendimiento de las aplicaciones que aprovechen la automatización. Al automatizar tareas como la recopilación y el análisis de datos, estas herramientas reducen el esfuerzo manual, lo que reduce el riesgo de errores.

Además, al ampliar el alcance de la IA a toda la pila tecnológica, puede desbloquear información precisa que es crucial para automatizar varias facetas de las operaciones, incluyendo la supervisión de aplicaciones, las pruebas, la medición de los objetivos de nivel de servicio, la garantía de la entrega continua, la mejora de la seguridad de las aplicaciones y la optimización de la respuesta a incidentes.

--Seguridad y cumplimiento. En el mundo digital, donde las ciberamenazas son constantes, es vital asegurarse de que la solución APM se alinea con las necesidades de seguridad y cumplimiento. La evaluación de los permisos, las integraciones de directorios corporativos y las capacidades de cifrado refuerza aún más la estrategia de APM y protege la infraestructura digital.

--Capacidades de integración y precios

La eficiencia de los flujos de trabajo de TI depende de la fluidez con la que las herramientas trabajen juntas, especialmente en el caso de las herramientas de APM, en las que las alertas rápidas y la colaboración son primordiales. La elección de una solución con una interfaz unificada garantiza integraciones fluidas, eliminando los silos de datos y optimizando los flujos de trabajo. Las capacidades de integración clave para la herramienta APM deben incluir integraciones nativas con canalizaciones de CI/CD y API abiertas, así como colaboraciones con plataformas como Slack y Microsoft Teams.

Además, a la hora de seleccionar una herramienta de monitorización, las diversas estructuras de licencias que ofrecen los diferentes proveedores pueden suponer un reto.  Es crucial alinear el presupuesto con el plan elegido, comprendiendo las características incluidas en cada modelos de precios.

ManageEngine da respuesta a estos requerimientos con Applications Manager, que proporciona una observabilidad unificada de la infraestructura. La herramienta va más allá de la supervisión tradicional del rendimiento de las aplicaciones, ya que ofrece un conjunto completo de funciones que permiten optimizar el rendimiento, garantizar experiencias de usuario fluidas y detectar y resolver problemas de forma proactiva, siendo compatible con más de 150 tecnologías y aplicaciones. 

Con una interfaz fácil de usar y capacidades sólidas, Applications Manager es fácil de configurar, tiene un modelo de licencia simple y viene con planes de precios asequibles. Por todo ello es una buena opción para las organizaciones que buscan una solución fiable y rentable para la visibilidad de extremo a extremo de sus aplicaciones e infraestructuras subyacentes.