Los datacenters de proveedores de servicios crecerán un 45% en España

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En 2019 el 80% de los nuevos servicios digitales de las empresas serán cargas de trabajo compuestas que necesitan interconexión segura y confiable en instalaciones en la nube. El datacenter del futuro deberá alinearse con la creciente demanda de manejo de cargas de datos, y proveer seguridad, minimizar la latencia y garantizar eficiencia.

En el contexto digital, donde la transformación digital y las tecnologías de tercera plataforma, como cloud computing, configuran un nuevo escenario de operación para las empresas, el reto actual consiste en alinear las características de los centros de datos de la mayor parte de las empresas para atender las demandas futuras de la organización.

Según las estimaciones de IDC, en 2019 el 80% de los nuevos servicios digitales de las empresas serán cargas de trabajo compuestas que necesitan interconexión segura y confiable con recursos de datos o análisis de terceros en instalaciones en la nube para, en 2020, poder asegurar volúmenes crecientes de datos generados por Edge, lo que llevará al 40% de las empresas a configurar y operar almacenes de datos en múltiples instalaciones

Estas nuevas cargas de trabajo de las empresas están orientadas a clientes, por lo que las empresas necesitan que los activos situados en los datacenter se encuentren lo más cerca posible de centros de comunicaciones y de grandes ciudades. La creciente irrupción de la movilidad, el cloud computing y el uso cada vez más generalizado de analítica de negocio, está permitiendo explotar el valor de los datos y configurando un nuevo centro de datos que proporcione la agilidad necesaria dentro de este contexto de valor. De hecho, según datos de IDC, la tendencia de mercado en España apunta a un crecimiento del 45% en nuevos datacenters de proveedores de servicios.

Las prioridades de los centros de datos tienden a centrarse en la fiabilidad, la gestión e integración de los sistemas y la mejora de habilidades del personal. Los aspectos más técnicos, relativos al consumo y suministro de energía, la refrigeración y la capacidad, son también una prioridad. En este contexto, según IDC los retos del futuro de los datacenter serán los siguientes:

--Manejo de nuevas cargas de trabajo. El 65% de las inversiones de infraestructura en el datacenter serán para sistemas de relación, conocimiento y acción, frente al mantenimiento de los sistemas de registro actuales.

--Evolución hacia el Smart Datacenter. La automatización y gestión del datacenter es crítica, para dedicar sus recursos a otras tareas de valor añadido para el negocio. Para lograr esta capa de inteligencia, el datacenter deberá contar con un alto nivel de sensorización, convirtiéndose en un entorno de IoT que permita ventajas como mantenimiento predictivo, así como una mayor eficiencia de utilización de recursos y de energía.

--Consolidación de Edge Computing. Según datos de IDC, el 30% de los activos TI residirán en micro-datacenters y puntos de servicio fuera de localizaciones centralizadas (Edge Computing). La proliferación de dispositivos móviles, servicios basados en Cloud e Internet de las Cosas (IoT) están redefiniendo la forma de plantear la topología física de los centros de datos.

--Eficiencia energética. Los datos de IDC apuntan a que el 8% de los nuevos datacenters usarán energías renovables o alternativas como fuente principal de alimentación, mientras que las nuevas arquitecturas de refrigeración y de rack continuarán mejorando la eficiencia energética.