La economía de la nube se impone

  • Estrategias

En el pasado, los costes de hardware eran unos grandes gastos iniciales, que conducían a patrones predecibles de adquisición de recursos, pero esto, a menudo, resultaba en excesos y desperdicios. Como la nube permite a las organizaciones escalar a demanda, estas solo pagan por los recursos que utilizan.

Históricamente, los costes informáticos estaban vinculados a una inversión trimestral o anual para la adquisición de hardware. Pero con la tecnología cloud, ahora los clientes tienen la flexibilidad de añadir recursos y servicios en cualquier momento, y sólo pagan por lo que usan. Esto ha conducido a un cambio en la forma en que se entienden, gestionan y optimizan los costes.

De acuerdo con Amazon Web Services, la flexibilidad creada por la nueva economía cloud permite a los clientes optimizar costes en torno a los siguientes pilares:

• Dimensionamiento correcto: El dimensionamiento correcto es el proceso de hacer coincidir los tipos y tamaños de las instancias con los requisitos de rendimiento y capacidad al menor coste posible, para lo que se tienen en cuenta todos los recursos de un sistema y todos los atributos de cada recurso individual. El dimensionamiento correcto puede ser un proceso iterativo, desencadenado por cambios en los patrones de uso y por factores externos como bajadas de precio o la aparición de nuevos tipos de recurso.

• Elasticidad: La elasticidad se refiere a la capacidad prácticamente ilimitada de la nube, donde el proveedor es el responsable de la gestión de la capacidad y el aprovisionamiento de recursos. Al aprovechar las API o las características del servicio, los clientes pueden variar la cantidad de recursos cloud en su arquitectura de forma dinámica. Esto les permite escalar componentes y aumentar automáticamente la cantidad de recursos durante picos de demanda para asegurar el rendimiento.

• Modelos de tarifas: Elegir el modelo de tarifas adecuado puede optimizar los costes en función de la naturaleza de la carga de trabajo. Los clientes pagan sólo por los recursos de computación que consumen y pueden aumentar o disminuyen el uso según las necesidades del negocio y no con pronósticos. Por ejemplo, los entornos de desarrollo y prueba normalmente sólo se usan durante ocho horas al día durante la semana laboral. Los clientes pueden detener estos recursos cuando no se están empleando con un posible ahorro de costes del 75% (40 horas frente a 168 horas).

• Optimización del almacenamiento: Los proveedores cloud ofrecen múltiples niveles de almacenamiento a precios diseñados para cumplir con el rendimiento. Si se identifica el destino más apropiado para tipos específicos de datos, puede reducir costes a la vez que mantiene el rendimiento y la disponibilidad requeridos. Por ejemplo, donde los requisitos de rendimiento son más bajos, el uso de almacenamiento optimizado puede costar la mitad que la opción de almacenamiento predeterminada.

• Economía de escala: Las economías de escala cada vez mayores permiten a los hiperescaladores reducir constantemente el precio de los servicios de procesamiento y almacenamiento. Un ejemplo: AWS ha reducido el precio de almacenamiento por GB de su servicio S3 en un 80% desde que el servicio se introdujo por primera vez en 2006.

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