La inversión en tecnología para el puesto de trabajo crecerá a un ritmo del 17%
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El gasto se concentra en seguridad y comunicaciones unificadas, en un 55% y 47%, respectivamente, para priorizar la conexión en tiempo real con los empleados. Automatización y aplicación de tecnologías de Inteligencia Artificial y low-code son los nuevos aliados en el nuevo entorno de trabajo inteligente.
La pandemia ha revolucionado en el papel de las tecnologías en las nuevas maneras de trabajar potenciando la colaboración entre humanos y tecnología mediante la realidad extendida, la inteligencia artificial o el aprendizaje automático para ofrecer nuevas experiencias al trabajador. Según IDC Research España, el mercado tecnológico mundial del puesto de trabajo crecerá a un ritmo del 17% en los próximos años, tras haber alcanzado en 2021 los 656.000 millones de dólares. El gasto tecnológico en el puesto de trabajo se concentra en seguridad y comunicaciones unificadas, en un 55% y 47%, respectivamente, para priorizar la conexión en tiempo real con los empleados
El futuro del trabajo supone un cambio fundamental respecto a los modelos tradicionales al permitir nuevas capacidades y experiencias del trabajador dando apoyo un entorno de trabajo en cualquier situación. En este sentido, las infraestructuras seguras, conectividad y comunicaciones unificadas pasan a primer plano en el gasto tecnológico de todo tipo de organizaciones para ayudar a estar conectadas en tiempo real con los empleados.
La gran tendencia en el mundo laboral es lograr un balance en el grado de hibridación que no les haga perder cultura empresarial. Atendiendo a las cifras aportadas por IDC, en la prepandemia el trabajo remoto apenas suponía un 9% en las organizaciones, y en julio de 2021 representaba el 28%. No obstante, la situación deseada por las organizaciones es que el trabajo remoto se mueva entre el 16% y el 43%.
Al tiempo, es importante impulsar las nuevas maneras de trabajar desde la alta dirección, garantizando lugares de trabajo seguros y flexibles, equipados para la colaboración. De hecho, la falta de soporte, acceso remoto seguro a datos, aplicaciones y contenido son los mayores desafíos de TI para el trabajo híbrido que están encontrando las empresas.
En 2022 el low code, que es la capacidad de programar la automatización de tareas por los propios empleados, se está perfilando como un aliado de la mejora de la productividad en las empresas. Según pronostica IDC, el número de personas dedicadas al uso de low-code y no-code se multiplicará por cuatro hasta 2025, hasta alcanzar una base de 10 millones de usuarios. Además, un 60% de las empresas cree que es posible o muy posible que utilicen plataformas de low-code para automatizar flujos de trabajo.