Maximiza el valor de tu talento con una fuerza laboral activada (I)
- Productividad
Una investigación de Frost & Sullivan sobre transformación digital ha identificado tendencias significativas en el lugar de trabajo que están cambiando la forma en que se hacen los negocios. Una de las más importantes es que la tecnología afecta el comportamiento de los empleados de manera intencional y no intencional.
Con el aumento del consumo y el crowdsourcing, el uso creciente de dispositivos personales en el lugar de trabajo y el crecimiento continuo de las redes sociales y otras herramientas para compartir en la empresa, las empresas deben repensar las formas en que se involucran y apoyan a su base de talentos. La solución está en crear empleados activados.
Un empleado activado es uno que está involucrado, entusiasmado y comprometido con su trabajo y lugar de trabajo. Se sienten fuertemente conectados con su organización y sus líderes, así como con sus colegas, socios y clientes. Les encanta hablar sobre la compañía con amigos y familiares, e incluso con extraños, y compartir noticias y actualizaciones a través de las redes sociales. Están ansiosos por traer a los recién llegados a bordo para unirse al equipo.
Pero lo más importante es los empleados activados van más allá de sus empleadores. Debido a que se sienten tan estrechamente conectados con la organización y su gente, la tratan casi como una familia y harán lo que sea necesario para hacer el trabajo. Los empleados activados comparten información y mejores prácticas, y están dispuestos a apoyar a colegas y clientes cuando se les solicite. Muestran iniciativa, creatividad y un sentido de colaboración, seguros en el conocimiento de que sus esfuerzos serán reconocidos y recompensados por la dirección. Y tienen una actitud positiva que garantiza que cada experiencia del cliente sea excepcional.
Una fuerza laboral activada ofrece beneficios cuantificables. La capacitación y la incorporación se realizan más rápido, lo que acorta el tiempo de recuperación de las inversiones. Un mayor compromiso de los empleados y la productividad conducen a mayores ingresos y márgenes más fuertes. La estrecha alineación entre las actitudes de los empleados y los objetivos de la empresa garantiza que su estrategia corporativa se cumplirá. El intercambio de conocimiento e información impulsa la innovación, lo que hará que los empleados se enorgullezcan personalmente del trabajo que realizan. Eso impulsa la lealtad, lo que a su vez conduce a tasas de retención más altas e índices de satisfacción del cliente más fuertes.