Los líderes empresariales están repensando su estrategia de ciberseguridad
- Seguridad
Solo un 8% de los directivos considera que sus procedimientos de protección están adaptados a las necesidades de la empresa. Las principales vulnerabilidades con la falta de cuidado por parte de los empleados y los controles de seguridad desfasados. El phishing es el principal riesgo para los directivos, seguido del malware.
Tras un año en el que las organizaciones han tenido que enfrentarse a numerosos ciberataques a gran escala, el 87% siguen sin contar con el presupuesto necesario para poner en marcha sistemas de ciberseguridad efectivos. Esta es la principal conclusión que se extrae del informe Global Information Security Survey 2018-19 elaborado por EY, según el cual, el 77% de los directivos considera que su compañía opera con sistemas de seguridad limitados y el 55% de la muestra no toma en cuenta la ciberseguridad como una parte fundamental de la estrategia de su negocio. Además, solo un 8% considera que sus procedimientos de protección están adaptados a las necesidades de la empresa.
Los ejecutivos son optimistas respecto a un aumento del presupuesto dedicado a la ciberseguridad en sus compañías. En este sentido, las grandes empresas están incrementado la dotación presupuestaria un 63%, frente al 50% de las pequeñas, aunque éstas últimas cuentan planes de protección integrados en la estrategia de negocio en mayor medida que las empresas de mayor facturación (58% frente al 54%). En lo que respecta a las organizaciones que han sufrido ataques durante el último año, el 76% elevará el presupuesto destinado a ciberseguridad.
Entre las principales vulnerabilidades que señalan los líderes empresariales destacan la falta de cuidado por parte de los empleados (34%), controles de seguridad desfasados (26%), accesos externos desautorizados (13%) y riesgos asociados al uso de información en la nube (10%). Cabe resaltar que solo un 31% de las organizaciones que sufrieron un ciberataque el pasado año detectaron el problema a través de su función de ciberseguridad.
El phishing es el principal ciberriesgo para los directivos, según un 22% de los encuestados. Le siguen el malware, con un 20%; los ciberataques cuyo objetivo es influir en la actividad diaria, con un 13%; y la sustracción de capital, con un 12%. Del estudio también se desprende que el 38% de las empresas no tienen la capacidad de detectar un ataque sofisticado. Las consecuencias de un ataque que más temen los directivos son la pérdida de información de clientes (17%), de datos financieros (12%) y de planes estratégicos (12%).
El estudio pone de manifiesto que los líderes empresariales están repensando su estrategia de ciberseguridad para mejorar la protección de su negocio ante la creciente complejidad de los ataques. El 77% de las compañías está en la actualidad buscando una mayor sofisticación en sus medidas de ciberseguridad, empleando técnicas como la inteligencia artificial, la robótica o la automatización. El informe revela que las principales inversiones se van a realizan en los ámbitos de cloud computing (52%), analytics (38%) y mobile computing (33%).
Otra problemática que influye en las deficiencias de ciberseguridad es la falta de influencia de ésta en los planes estratégicos de las compañías. Así, un 82% de los Consejos de Administración no tiene diseñada una agenda estratégica de ciberseguridad y solo un 18% de los directivos considera que su organización toma en cuenta los aspectos de ciberseguridad a la hora de planificar y poner en marcha los planes de negocio. Además, el 60% reconoce que el responsable de los aspectos de ciberseguridad no forma parte del Comité de Dirección de la empresa.