Las empresas españolas reconocen la necesidad de fortalecer sus defensas
- Seguridad
©Freepik
El ransomware, seguido de la exfiltración de datos y del phishing, es la amenaza que más preocupa a las empresas españolas, el 37% de las cuales considera que la actividad de su organización las sitúa en el punto de mira de los ciberdelincuentes. La seguridad en la nube es la prioridad para el 44,2%.
La preocupación por la ciberseguridad se ha incrementado notablemente en empresas, gobiernos y organizaciones, debido al aumento de los ciberataques a nivel global en los últimos años. Solo en 2023 se ha producido un aumento del 30% con respecto al año pasado, a lo que hay que añadir la creciente sofisticación y frecuencia de estos ataques. En este sentido, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), señala que casi la mitad de las empresas ha sufrido, al menos, un ataque en el último año.
Si hablamos de tipología, según datos del Estudio de la Ciberseguridad en España 2023, elaborado por Secure&IT, el ransomware sigue siendo la principal preocupación del 93,9% de los profesionales encuestados, seguido de la exfiltración de datos (52,1%) y el phishing (50,8%).
Los ataques de ransomware crecen en peligrosidad y son más dirigidos. Así, la inquietud de las organizaciones con respecto a este tipo de malware es lógica. “No podemos olvidar que el cibercrimen ha alcanzado un valor global cercano al 1,5% del PIB mundial. Esto se debe a que el crimen organizado funciona como cualquier empresa y sus objetivos son los mismos: reducir costes, incrementar ingresos, mejorar la eficacia y garantizar la continuidad de negocio”, afirma Francisco Valencia, CEO de Secure&IT.
El cibercrimen como negocio
La situación geopolítica actual también ha contribuido a este aumento, tanto en número, como en gravedad de los ataques. El conflicto entre Rusia y Ucrania ha provocado una “batalla” en el ciberespacio, que preocupa al 36,8% de las empresas encuestadas, quienes consideran que la actividad de su organización las pone en el punto de mira de los ciberdelincuentes.
Francisco Valencia advierte que “las armas asociadas al mundo de la ciberguerra son muy accesibles en la Dark y Deep Web. Esto ha generado una preocupante acumulación de armamento que puede usarse para atacar a cualquier empresa y administración del mundo. Además, la evolución de la tecnología, unida al instinto de supervivencia, ha provocado que muchas personas opten por el cibercrimen como vía para obtener solvencia económica, lo que, lógicamente, está influyendo en el incremento de ciberataques”.
El interés por los últimos avances en inteligencia artificial (IA) crece de manera exponencial entre las organizaciones. De hecho, casi la mitad de las empresas encuestadas (el 48,9%) asegura hacer uso de herramientas de IA generativa o tienen previsto implantarlas, pero solo unas pocas (el 18,7%) controlan el uso y seguridad de esas aplicaciones; un hecho preocupante ya que esta tecnología plantea grandes retos y riesgos para las organizaciones.
En cuanto a las inversiones futuras en tecnologías de seguridad, las empresas españolas reconocen la necesidad de fortalecer sus defensas. La seguridad en la nube es la prioridad para el 44,2% de los encuestados, seguida por los servicios de consultoría de cumplimiento y procesos de seguridad y por la segmentación y protección de la red (35,7%). Otros aspectos como la inclusión de servicios de seguridad gestionada, abordar la ciberseguridad industrial y la formación y concienciación, también están en las previsiones de las empresas encuestadas.
Este último dato revela que las organizaciones son cada vez más conscientes de que formar en ciberseguridad es clave para minimizar los riesgos. La responsable de Secure&Academy, el centro avanzado de formación en ciberseguridad de Secure&IT, Estefanía Macías, va más allá en este sentido y afirma que “usuarios y empresas deben saber que es posible detectar a tiempo los ciberataques con la formación adecuada”.