¿Qué es y qué no la Transformación Digital?

La Transformación Digital es un potente factor de estimulación de la economía mundial, incluida España. Y es que, pese a que no estamos al nivel de las grandes locomotoras económicas mundiales, se estima que el PIB ligado al entorno digital crecerá del 19% actual (poco más de 200.000 millones de euros) hasta el 22% en 2020 (252.000 millones). En los mejores escenarios, ese crecimiento nos llevaría al 24% (290.000 millones).

Estamos pues ante un sector que va a crecer entre 50.000 y 90.000 millones de euros en apenas cuatro años. “Ya nadie se plantea esto como el futuro, sino que hablamos del presente de las empresas. La Transformación Digital debe estar en la hoja de ruta desde hoy mismo”, asegura Marta Díaz Barrera, fundadora de Talentoscopio, añadiendo que “aún estamos atrás en el indicador que mide las competencias de nuestros profesionales en el ámbito digital y nos queda mucho por hacer en el ámbito de las pequeñas empresas, que son la inmensa mayoría en nuestro tejido productivo”.

Para ayudar a las empresas a desarrollar su potencial en esta nueva economía digital, Talentoscopio ha elaborado cinco claves sobre lo que es y lo que no es Transformación Digital.

No es Transformación Digital:

Tener una web. Hoy todas las empresas deberían contar con una página web como escaparate o vender a través de un sitio de comercio electrónico. Disponer de una o de ambas, ya no es suficiente.

Estar en las redes sociales. No basta solo con tener perfiles en Facebook, Twitter o Instagram, pensando en que los competidores también los tienen, sino que es necesario dominar las características de cada una de las redes sociales para sacarles el máximo partido.

Hacer negocios de la forma como se hacía hace quince años. La mitad de las empresas de Fortune 500 han desaparecido en los últimos diez años por no haber integrado la Transformación Digital en sus negocios.

Creer que toda la responsabilidad del proceso de digitalización recae en el CIO, como perfil técnico de la empresa.

Anclarse en lo conseguido hasta ahora, bajo el pretexto de que se lleva años haciendo lo mismo y ha funcionado.

Es Transformación Digital:

Empezar a cuestionarse procesos, métodos, objetivos, todo. Como todo proceso de evolución, la Transformación Digital implica analizar la situación de partida, dar una vuelta a cómo se están haciendo las cosas.

Conocer a la perfección a los usuarios y clientes. Saber quiénes son, cómo compran y qué quieren, y poner el foco en ofrecerles una experiencia inolvidable.

Involucrar en el proceso a todos los perfiles de la empresa, desde el director general o CEO, a los responsables de marketing y finanzas y a los perfiles técnicos.

Asumir y entender el valor de los datos. Saber qué datos son necesarios, interpretarlos y actuar en consecuencia.

Tener siempre presentes las métricas. Las metodologías ágiles se basan en los principios e "crear - medir - aprender", que debe formar parte de la estrategia.

 

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Lee Transformación digital. Reinventando organizaciones ante la nueva revolución industrial, un documento que recoge las principales estrategias para llevar a cabo con éxito la digitalización de las organizaciones.

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