Las empresas, desprotegidas para la ciberseguridad que supone la IA

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Inteligencia artificial

La Inteligencia Artificial permite optimizar procesos y agilizar tareas, pero conlleva riesgos que deben ser identificados. De no hacerlo, esto tendría graves implicaciones económicas, afectando la rentabilidad, la competitividad y la viabilidad de las empresas.

Según el informe ‘El estado actual de la ciberseguridad en España 2024’, elaborado por Deloitte, el 69% de las compañías no cuenta con un enfoque reactivo hacia las amenazas derivadas de la IA, sin contar con una estrategia clara de integración. “Una de las principales tendencias es el uso cada vez más sofisticado de la IA en ataques de ingeniería social, lo que hace que el phishing sea más personalizado y difícil de detectar. Además, la generación de contenido falso mediante IA está socavando la confianza en la información en línea y facilitando la propagación de desinformación”, explica Sergi Simón, coordinador del Área de Riesgos de EALDE Business School.

Sergi Simón sostiene que “los ataques de envenenamiento de datos también representan un riesgo importante, ya que pueden comprometer la integridad y la efectividad de los modelos de IA, especialmente en áreas donde se toman decisiones automatizadas”. Los ataques de envenenamiento de datos son una táctica empleada por los ciberdelincuentes para manipular los datos utilizados por sistemas de inteligencia artificial o aprendizaje automático. Por su parte, Roberto Castro, profesor del Máster en Gestión de Riesgos de la escuela de negocios, añade que “el riesgo más apremiante es la generación automática de malware porque permite aprovechar las vulnerabilidades de un sistema para poder controlarlo y bloquearlo para pedir un rescate”. Al respecto, Sergi Simón apunta que “la combinación de la creciente sofisticación de los ataques basados en IA y la dependencia cada vez mayor de la IA en una variedad de sectores es un desafío crítico para la seguridad cibernética en la actualidad. Protegerse contra estos ataques y mitigar sus riesgos asociados son prioridades clave para cualquier organización que busque mantenerse segura en un entorno digital cada vez más complejo y dinámico”.

Los mayores desafíos que enfrentan las organizaciones en la actualidad en términos de protección contra estos riesgos emergentes incluyen la necesidad de adaptarse rápidamente a la evolución de las tácticas de ataque basadas en inteligencia artificial, fortalecer la detección de amenazas sofisticadas y asegurar la integridad de los datos utilizados en sistemas de IA. Para mitigar los riesgos de IA en ciberseguridad, Sergi Simón apunta que “las organizaciones deberían implementar medidas como la evaluación continua de vulnerabilidades, la capacitación del personal en ciberseguridad y la implementación de soluciones de defensa avanzadas”. Por otro lado, no hay que olvidar que la colaboración entre el sector público y privado es esencial para compartir información sobre amenazas y desarrollar estrategias conjuntas de defensa. Roberto Castro señala que “la colaboración entre los sectores público y privado es fundamental para combatir las amenazas cibernéticas. El sector público puede proporcionar regulaciones, orientación y recursos, mientras que el sector privado puede aportar experiencia técnica y conocimientos de mercado”.