La cultura del aprendizaje continuo, esencial para reducir la brecha de competencias en la UE

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Una de cada cuatro pymes europeas considera que su principal problema es la disponibilidad de personal cualificado y gerentes experimentados, según datos de la Comisión Europea

Implantar una cultura del aprendizaje continuo en la empresa, contratar por competencias y establecer una evaluación que ofrezca oportunidades de desarrollo personalizado, e impulsar desde el sector público la conexión entre el mercado del empleo y el tejido productivo, son algunas de las principales recomendaciones realizadas durante la jornada “Retos de las Competencias del Futuro” organizada por Cámara de España en colaboración con el SEPE, en el marco del Año Europeo de las Competencias. Patricia Pérez-Gómez, jefa de Unidad de España y Malta de la Dirección General de Empleo y Asuntos Sociales de la Comisión Europea, ha explicado que los Objetivos de Europa 2030 todavía están lejos: tres de cada cuatro empresas tienen dificultades para encontrar trabajadores con las habilidades necesarias; una de cada cuatro pymes considera que éste, es su problema más relevante, sin embargo, un 3% de las vacantes disponibles en la UE se quedan sin cubrir. 

La jornada ha reunido a cerca de 40 profesionales y expertos para reflexionar sobre las competencias del futuro como factor de competitividad, el aprendizaje continuo como catalizador de la creación de empleo y el desarrollo de las capacidades adecuadas a las necesidades de las pymes en particular. Para ello, se han estructurado tres grupos de trabajo con una representación nutrida y variada de distintos agentes vinculados a las competencias: grandes empresas (como BBVA, Manpower o Fundación Telefónica, SAGE, Ferrovial u Orange), Centros Educativos, Fundaciones (Fundación Ergón, Fundación Universidad-Empresa o Fundación para el Conocimiento), Cámaras de Comercio, representantes de SEPE y FUNDAE, pymes y la Representación de la Comisión Europea en España.

El primero de estos grupos ha abordado la necesidad de motivar a los empleados para que sean ellos quienes impulsen su propia formación. Se ha destacado que este objetivo ha pasado de “deseable a imprescindible”, siendo la formación una dimensión esencial en el crecimiento de las compañías. También se ha subrayado que implantar una cultura de aprendizaje en el entorno laboral es clave; resulta motivador para los empleados y fomenta un constante proceso formativo. Para los asistentes, las empresas deben liderar el aprendizaje de los empleados de forma eficiente, logrando un mayor ahorro y una mejora de la productividad ligada a una mayor motivación de los empleados.

El segundo reto debatido ha girado en torno a la contratación por competencias, un tipo de contratación que tiene como objetivo encontrar talento en función de determinadas habilidades y capacidades, más allá de la titulación. Para los asistentes, evaluar competencias permite identificar talentos, detectar desigualdades y ofrecer oportunidades de desarrollo personalizado. El último reto abordado se ha centrado en cómo las instituciones públicas pueden apoyar a las pymes para impulsar el talento. Ofrecer información sobre cuáles son las competencias más demandadas o dar herramientas para detectar el talento, son recursos que se pueden brindar desde el sector público. También se ha estimado relevante facilitar el rol de agentes que conecten el mercado de trabajo con el tejido productivo, así como favorecer la creación de una red que permita compartir datos y conocimientos.