Más de la mitad de las empresas recurre a la externalización de servicios

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Más allá de los beneficios directos que permite el outsourcing, entre ellos generar más negocio, controlar mejor los gastos y estar a la vanguardia tecnológica en un mercado que cambia a velocidad de vértigo, esta práctica suele traducirse en una mejora de la imagen de marca que lleva a conseguir nuevos clientes.

Son cada vez más las empresas que recurren a la externalización de servicios, práctica conocida como outsourcing. Según datos de la consultora Quint Wellington Redwood, actualmente el 52% de las empresas recurre a la externalización de servicios porque les facilita el acceso a nuevos recursos. Y es algo imparable, puesto que se prevé que un 80% aumente su apuesta por el outsourcing.

Gracias al outsourcing, las compañías que no cuentan con recursos necesarios para hacer frente a determinados proyectos pueden subcontratar a un tercero que ayuda a integrar talento. Son cuatro los beneficios directos que tiene para una empresa apostar por este modelo de contratación:

--Renovación tecnológica permanente. Las nuevas tecnologías evolucionan a una velocidad vertiginosa, y muchas empresas sencillamente no cuentan con los recursos necesarios para hacer frente a esta constante necesidad de adaptación y atracción de talento. Ante este contexto, las organizaciones optan por contratar a especialistas en acceder a profesionales especializados en las últimas tecnologías, ya sean lenguajes de programación, CRM, diseño UX/UI, inteligencia artificial o criptomonedas.

--Reducción de costes y mejor planificación financiera. La externalización de los servicios permite a las empresas ahorrar en costes asociados a la contratación, formación interna, infraestructuras o tecnología. Además, se evitan grandes inversiones para formar equipos para proyectos puntuales, que serían inasumibles de otra forma. Por otro lado, gracias a esta externalización es más sencillo establecer unos costes fijos a la hora de hacer una previsión detallada de los gastos y evitar cualquier tipo de imprevisto.

--Mayor grado de especialización. Debido al mercado tan cambiante, a muchas compañías les cuesta encontrar personal especializado en un área en concreto. Al contratar estos servicios a un tercero especializado en un sector en concreto, evitando la diversificación de recursos, personal y no abarcando otras áreas que pueden ser menos importantes a nivel estratégico, la compañía se centrará en su actividad principal aumentando así la especialización mientras amplía negocio.

--Mayor productividad y calidad. Si se contrata a un tercero con experiencia en el área requerida la compañía se asegura un resultado de calidad, que igual de otro modo tendría más complicado llevar a cabo. Además, la duración del desarrollo de esa actividad puede que sea menor, ya que se evita la inversión de tiempo derivado de la contratación de personal, como la selección previa, su posterior formación y su integración en el equipo. De este modo, se desarrolla el mismo trabajo, pero un periodo de tiempo menor, aumentando así la productividad.