Verifactu marcará un punto de inflexión para miles de asesorías en España

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La obligatoriedad de Verifactu liberará hasta un 40% del tiempo que los asesores dedican hoy a tareas mecánicas, permitiéndoles aportar más valor estratégico a sus clientes. Estos a su vez pueden acceder a servicios de mayor valor sin incrementar costes.

Durante el año 2024 se intercambiaron en España más de 557 millones de facturas electrónicas en entornos business to business (B2B), un 21,18% más que en 2023, según el último informe de SERES. Aun así, la realidad es que el 95% de las pequeñas asesorías sigue usando Excel como herramienta principal, un modelo que limita su capacidad de crecimiento y de adaptación a las nuevas exigencias normativas.

En este escenario, la obligatoriedad de Verifactu, que exige la digitalización de los procesos de facturación y su comunicación en tiempo real con la Agencia Tributaria, no solo supone un salto tecnológico, sino que obliga a repensar la función de la asesoría. Según diversos estudios, la digitalización y automatización de tareas puede liberar hasta un 40% del tiempo que hoy dedican a tareas administrativas, lo que abre la puerta a un rol más estratégico y de mayor valor añadido para sus clientes, como la planificación fiscal, la estrategia de costes y la optimización de la liquidez de la pyme.

“El asesor fiscal ya no será un mero intermediario entre la pyme y la administración. Verifactu libera tiempo y recursos que permiten a la asesoría convertirse en un verdadero socio estratégico del negocio, aportando análisis, anticipación y planificación financiera”, explica Roger Dobaño, CEO de Quipu, que añade que “la normativa no elimina al asesor, lo hace más imprescindible que nunca: su valor ya no está en teclear datos, sino en dar visión de negocio a sus clientes”.

 

Beneficios directos para las pymes

En un país donde más del 99 % del tejido empresarial lo forman pymes y autónomos, la digitalización de la facturación no es solo un requisito normativo, sino una oportunidad para que los asesores fiscales pasen de ser meros gestores a convertirse en auténticos socios estratégicos del crecimiento empresarial.

Para las pymes, la entrada en vigor de Verifactu supone una oportunidad tangible de mejora en su gestión. La reducción del tiempo que los despachos destinan a tareas administrativas se traduce en un ahorro económico que permite a sus clientes acceder a servicios de mayor valor sin incrementar costes. Al mismo tiempo, disponer de datos contables actualizados en tiempo real facilita la toma de decisiones más rápidas y seguras, aumentando la eficiencia operativa.

La digitalización de las facturas aporta también un histórico financiero sólido y transparente, un factor clave para mejorar la relación con bancos e inversores y favorecer el acceso a financiación. Finalmente, la automatización garantiza un cumplimiento normativo sin fricciones, minimizando el riesgo de sanciones por errores o retrasos en la gestión contable y fiscal.