Una mala definición de la estrategia provoca que la digitalización fracase
- Transformación digital
Aproximadamente un 80% de los proyectos realizados no cumplen las expectativas esperadas. La mala definición de la estrategia, especialmente en el ámbito de la digitalización, está generando contrataciones y despidos de personal innecesarios, así como inversiones en sistemas de información mal gestionadas.
Los planes estratégicos de digitalización conllevan normalmente incorporar nuevo talento a la vez que tecnología. Pero, como señala Setesca, algo falla en el modelo actual de las empresas españolas de diferentes sectores a la hora de desarrollar estos planes.
Según un estudio publicado en la revista Forbes, el 80% de las estrategias empresariales no logran sus objetivos. En el mismo sentido, datos recientes del sector apuntan a que cada vez hay un mayor número de personas contratadas para liderar proyectos de digitalización insatisfechas o muy insatisfechas con su cambio de trabajo, así como un número muy elevado de profesionales que, siendo capaces de liderar dichos proyectos, fueron sustituidos.
El principal problema de esta mayoría de fracasos es que el modelo de definición del plan estratégico que estas empresas han seguido no definía correctamente ni los objetivos a alcanzar ni las acciones a llevar a cabo para alcanzarlos, provocando estimaciones de necesidades incorrectas a nivel de organización, tecnología, talento y procesos. Ante esta problemática, Setesca sugiere metodologías más orientadas a la eficacia del nuevo plan y a facilitar los instrumentos para guiar a las empresas tanto en la incorporación de nuevo talento y nueva tecnología.
“Este modelo es una respuesta a la realidad actual, dónde la gran mayoría de los planes estratégicos realizados no se definen correctamente, creando graves problemas que afectan a personas y a inversiones. Hoy en día, en un entorno tan competitivo y dónde la adaptación de la estrategia debe hacerse tan rápidamente, se requieren métodos que faciliten la velocidad, mantener y mejorar el negocio actual y la máxima precisión a la hora de contratar e invertir. Haciéndolo de este modo, el coste y la velocidad del mismo se reducen sensiblemente”, explica Jordi Damià, director de Setesca y profesor de estrategia de empresa.