Trabajo híbrido, ciberseguridad, talento y adaptabilidad, son retos clave para las pymes

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El 80% de las empresas espera tener una fuerza laboral híbrida durante al menos los próximos dos años, y requieren de tecnología para respaldar sus objetivos comerciales de manera confiable y segura. Las pymes también necesitan ofrecer a los clientes un acceso a distancia rápido y seguro, y proteger sus dispositivos empresariales y datos contra ataques.

Las pequeñas y medianas empresas que han logrado mantenerse y ser exitosas son las que tienen más claro en qué negocio están y cómo diferenciarse de sus competidores, sin importar tamaño, locación geográfica o industria. Para llegar a este entendimiento, las pymes pasan por procesos de prueba y error constantes, en los que asimilan las verdaderas necesidades de su negocio, de su público objetivo y fortalecen sus objetivos a largo plazo.

Cada empresa es diferente y la velocidad a la que recorren ese camino también es única. En algunas ocasiones, sucede que tienen que dar un giro completo a sus productos o servicios; pero en general, su espíritu emprendedor y su talento las lleva a reaccionar rápidamente y buscar alternativas ante los retos. Así, las pymes, han encontrado oportunidades ante los retos y han sabido diferenciarse para seguir contribuyendo en la economía local y, muchas veces, incluso en la de mercados globales. Son cuatro los retos clave a lo que se enfrentan las pymes:

1. Trabajo híbrido. De acuerdo con el estudio global de Microsoft Voz y actitudes de las pymes hacia la tecnología 2022, el 80% de las empresas espera tener una fuerza laboral híbrida durante al menos los próximos dos años, y requieren de tecnología para respaldar sus objetivos comerciales de manera confiable y segura. El reto, en este aspecto, sigue siendo encontrar el punto de equilibrio. Así que cada pyme aprovechará la tecnología de manera distinta para encontrar su propio modelo de integración, lo que les permitirá operar y colaborar en un formato nuevo, pero adecuado a sus propias necesidades de productividad.

2. Ciberseguridad. IDC predice que, para 2024, el 33% de las pymes experimentará brechas de seguridad trimestrales que causarán interrupciones comerciales de al menos una semana por trimestre. Las pymes necesitan asegurarse de ofrecer a los clientes un acceso a distancia rápido y seguro, administrar y proteger sus dispositivos empresariales y datos contra los ataques y las posibles pérdidas de datos, sin incrementar sus propios costes ni los de sus clientes. Para esto, deben considerar soluciones sostenibles en el futuro.

3. Talento. El Índice de Tendencias Laborales de Microsoft arrojó que el 43% de la fuerza laboral global afirma que piensa seriamente cambiar de empleo o cambiar de industria por completo el próximo año. Esta tendencia contempla las necesidades cambiantes de los empleados, un entorno de talento altamente restringido y las nuevas expectativas laborales que están presionando a las empresas para que reconsideren la forma en que contratan, mejoran su talento, elevan la experiencia de sus empleados y construyen la cultura empresarial. En este escenario, llama la atención que, según datos del estudio Impacto de COVID-19 en la cultura y operación de las pymes, más de un tercio de las pymes recluta de manera híbrida y otro tercio de forma presencial.

4. Adaptabilidad. La nube ha permitido que las pymes adopten estrategias y soluciones que antes solo estaban disponibles para las empresas grandes. Al mismo tiempo, captar y mantener la cartera de clientes precisa escalar ágilmente con la demanda, crear experiencias de usuario estelares y adaptarse con rapidez a las tendencias cambiantes de los consumidores. Pero, sobre todo, ha significado readaptar los modelos de negocio.

En base a los retos planteados, hay tres maneras de maximizar el potencial de las pymes:

--Comenzar con algo pequeño e invertir en lo que más necesita la empresa. Las pymes necesitan desarrollar una estrategia y una hoja de ruta que tenga en cuenta sus objetivos actuales y futuros: deben analizar qué innovaciones implementar y ligar esa transformación a sus objetivos comerciales.

--Concentrarse en ofrecer valor, no solo tecnología. La base puede ser tecnológicamente más sólida, pero si no se cambian comportamientos para adaptarse a nuevas oportunidades, no se está obteniendo valor de ella.

--Simplificar como principio fundamental. Trabajar con un socio de implementación que sabe cómo funcionan las herramientas tecnológicas relacionadas con la nube y la ciberseguridad puede ayudar a determinar qué sistemas funcionarán mejor de acuerdo con los objetivos de la compañía.