El papel de la nube en los fondos Next Generation EU

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Solo entre 2021 y 2023, se destinarán 19.600 millones de euros a la transformación digital del país. En esa línea, dentro de las múltiples vertientes que contribuyen a la digitalización, la nube es sin duda una de las tecnologías con mayor potencial de impacto transversal y multisectorial. Un ecosistema cloud robusto y competitivo es indispensable.

La transformación digital y la transición ecológica están llamadas a ser los ejes centrales de la Europa del mañana. Así lo indican las directrices del Fondo de Recuperación Next Generation EU y las prioridades políticas que emanan de la Comisión Europea.

En línea con los criterios comunitarios, nuestro país también fija la vista en la consolidación de una España verde y digital como vía para completar la reconstrucción económica y social. Este compromiso del Gobierno de España con la transformación digital quedó patente con la publicación del Plan España Digital 2025, y se reafirmó con la presentación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia “España Puede”.

En España, el Fondo Next Generation EU supondrá la movilización de un volumen de inversión sin precedentes: hasta 140.000 millones de euros en transferencias y créditos en los próximos seis años, un 11% del PIB de 2019. Según el propio Gobierno, un 33% del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia se invertirá exclusivamente en digitalización. Solo entre 2021 y 2023, se destinarán 19.600 millones de euros a la transformación digital del país.

El Plan de España para la recuperación sostiene un planteamiento por el cual la “transformación digital de la sociedad y la economía es el puente entre innovación, productividad y sostenibilidad”. En esa línea, dentro de las múltiples vertientes que contribuyen a la digitalización, la nube es sin duda una de las tecnologías con mayor potencial de impacto transversal y multisectorial.

Como señala ADigital, las tecnologías y servicios de computación en la nube son esenciales para cumplir con los retos más acuciantes de nuestra transformación digital: la digitalización del tejido empresarial, en particular del tejido pyme; la capacitación en competencias digitales de trabajadores y estudiantes; o la consolidación de una Administración Pública inteligente, capaz de proveer servicios públicos de forma más eficiente, como la atención al ciudadano, incluidos la sanidad y la educación.

La nube es también una tecnología crucial para contribuir a la reducción de la brecha social, a la cohesión del territorio, así como para hacer de la digitalización una herramienta para hacer más sostenibles nuestras actividades. Un ecosistema cloud robusto y competitivo es indispensable para materializar la transformación digital de nuestro país, y con ella, la recuperación justa e inclusiva a la que aspiramos.