Obstáculos a los que se enfrentan las pymes a la hora de implementar la IA
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En España, solo el 7% de las pymes emplean Inteligencia Artificial. Pese a que las previsiones señalan que el 45% de las ganancias económicas de 2030 vendrán de la aplicación comercial de soluciones de IA, el desconocimiento sobre la tecnología, la falta de perfiles especializados y el coste inicial son las barreras de entrada más comunes en su adopción.
Una de las grandes revoluciones tecnológicas de los últimos tiempos es la Inteligencia Artificial (IA), que permite tomar mejores decisiones sobre ventas, marketing, desarrollo de productos o servicios y otras áreas estratégicas, y a agilizar los procesos internos de la compañía. Según la consultora PwC, en la IA existe una oportunidad de negocio de 15,7 billones de dólares y, en el caso de España, las previsiones señalan que el 45% de las ganancias económicas de 2030 vendrán de la aplicación comercial de soluciones de IA.
En este contexto, sólo las grandes compañías parecen ser las que están aprovechando las ventajas de esta tecnología. El estudio Indicadores de Inteligencia Artificial en las empresas españolas publicado por la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, revela que sólo el 7% de las pymes emplean la IA en sus procesos, lo que las coloca en una clara desventaja. Según atSistemas, son cinco las principales barreras en la adopción de soluciones IA por parte de las pymes españolas;
● Elevado coste de implementación: Se trata de una tecnología cuyo coste inicial puede ser algo elevado, y muchas pymes se lo piensan dos veces antes de invertir en ella. En la actualidad, las principales compañías tecnológicas ofrecen plataformas de inteligencia artificial para su uso por terceros y, según Gartner, en el año 2025 la IA liderará la inversión tecnológica de las empresas. Los beneficios que reportaría el uso de la IA pronto superarán sus costes, proporcionando grandes ventajas a las organizaciones que la usen.
● Ausencia de los datos requeridos: Los datos son el combustible de la inteligencia artificial y muchas empresas no disponen de una estrategia de datos clara para obtener y la información antes de comenzar a experimentar con inteligencia artificial y aprendizaje automático. Por tanto, a la hora de iniciar o implementar esta tecnología, las empresas necesitan recopilar datos de calidad y planificar el uso de los mismos.
● Dificultades en la aplicación: A las empresas les falta comprensión de qué es y para qué sirve la inteligencia artificial. Esto se traduce en que una vez que las organizaciones definen un caso de uso para la IA, todavía se enfrentan a un plazo cada vez mayor para llegar a tener un modelo desarrollado para ello y escalado a la producción. Además, la complejidad de los casos de uso conlleva a que las empresas no se decidan a la hora de invertir en IA. Por eso es importante iniciar un proceso de aprendizaje y desarrollar competencias internas de IA para crear una cultura de innovación que llegue a toda la organización.
● Escasez de talento: La creciente demanda de perfiles especializados en IA agranda la carencia de talento en este sector. Tal es el problema que, ante este escenario, el Gobierno de España, en su Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, propone promover la creación de empleo cualificado, impulsando la formación y educación, estimulando el talento español y atrayendo el talento global.
● Cuestiones éticas: Cuando se habla de este tipo de tecnología también aparecen ciertos asuntos éticos, como el miedo que relaciona la IA con reemplazar a los seres humanos por máquinas. Esto hace que muchas empresas sigan con la duda de implantar esta tecnología, pero el valor de la IA opera en sentido contrario, pues genera nuevas oportunidades para aquellas compañías que se formen adecuadamente con el fin de ser los líderes en su coordinación y desarrollo. La educación y la formación tienen un papel crucial para prevenir el desempleo a largo plazo y garantizar una mano de obra cualificada y adaptada a las nuevas necesidades.
“Es importante que tanto el gobierno como la UE multipliquen sus esfuerzos para que la Inteligencia Artificial no sea exclusiva de grandes empresas y pueda llegar a las compañías de menor tamaño y con menos recursos. Cualquier empresa que no esté pensando seriamente en aplicar la inteligencia artificial simplemente se quedará atrás, ya que estas tecnologías transforman a las empresas y las hace más innovadoras y flexibles que nunca”, apunta Xan Carlos Fernández Echezuria, Head of Data & AI de atSistemas.