6 de cada 10 pymes y autónomos siguen sin adaptarse a la factura electrónica

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A menos de dos meses de su entrada en vigor, la nueva normativa de Hacienda que obliga a digitalizar la facturación en España encuentra a la mayoría del tejido empresarial sin preparación. La mayoría de los casi cinco millones de autónomos y pequeñas empresas en España se expone a sanciones de hasta 50.000 euros.

La cuenta atrás para la implementación de VeriFactu ha comenzado, pero el tejido empresarial español aún no está listo. Según el “Observatorio TeamSystem: Radiografía y diagnóstico de pymes, autónomos y asesorías”, elaborado por Ipsos, seis de cada diez profesionales (62%) admite no tener un plan definido (38%) o no saber cómo procederá (24%) ante la nueva normativa que introduce la facturación electrónica obligatoria en España.

La Agencia Tributaria ha fijado el 1 de enero de 2026 como fecha límite para que cerca de 2,5 millones de pymes se adapten a VeriFactu, y el 1 de julio para 2,1 millones de autónomos. Sin embargo, solo el 8% ha completado la adaptación, el 15% está en fase piloto y apenas el 16% tiene un plan con fecha definida. Las principales barreras en el proceso de adaptación son los costes de implantación (31%), la falta de formación del personal (19%) y la escasez de tiempo e incertidumbre normativa (13%).

 

Déficit informativo

Más de la mitad de los encuestados (54%) reconoce conocer poco o nada sobre la nueva normativa, a pesar de que el 49% se declara preocupado por las sanciones previstas. Este déficit informativo desdibuja los beneficios de VeriFactu, que van más allá del cumplimiento fiscal: la norma busca combatir el fraude, eliminar el uso de software opaco (cajas B), incorporar trazabilidad mediante códigos QR y evidencias, y fomentar una competencia más justa.

Por territorios, la zona Centro —que incluye la Comunidad de Madrid— presenta el mayor grado de desconocimiento (63%), mientras que el Sur y Canarias (47%) y el Noroeste (49%) concentran a los empresarios mejor informados. En cuanto a la implantación, el Noreste lidera con un 11% de adaptación, seguido por el Sur y Canarias (10%). En Levante, aunque solo el 6% ha completado el proceso, un 22% está en fase piloto, lo que anticipa avances en los próximos meses.

Ante la falta de información, los profesionales confían principalmente en sus asesores o gestores (35%) como fuente de orientación, por encima de la propia Agencia Tributaria (27%) y los proveedores de software (18%).

 

La digitalización aún es insuficiente

El estudio también revela que el uso de facturación manual (papel, boli o Excel) empata con el uso de soluciones digitales (35% cada uno), lo que evidencia una escasa digitalización entre las empresas más pequeñas. Además, el 35% de las empresas carece de software de facturación y el 80% de ellas no tiene alternativa en mente.

Aunque el 51% ya utiliza algún software, muchos enfrentan dificultades por la fragmentación del mercado y el uso de múltiples plataformas, lo que complica la transición a VeriFactu.

“Pymes y autónomos no tienen que ver VeriFactu y la factura electrónica como un trámite, sino como una oportunidad para su negocio. Si el mercado deja la adaptación para el último momento, veremos cuellos de botella en 2026. Aconsejamos planificar, probar y formar ahora. Cumplir con Hacienda y la AEAT es imprescindible, pero el verdadero retorno está en reducir la morosidad, acelerar cobros y profesionalizar toda la gestión del negocio con sus ventajas en términos de productividad”, explica Emilio de la Fuente, CEO de TeamSystem España.