En España solo el 25% de las pymes vende online

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La fibra óptica, la banda ancha, el 5G o soluciones SaaS son algunas tecnologías que están impulsando el crecimiento del ecommerce. De igual forma, las tecnologías emergentes, como la IA tienen el potencial de mejorar aspectos como el marketing, la experiencia de compra o la disminución de las devoluciones, uno de los retos principales del comercio online.

El comercio electrónico europeo B2C aumentó desde los 849.000 millones de euros de 2021 hasta los 899.000 millones de euros en 2022, lo que supone una tasa de crecimiento del 6%. Con ello, la contribución del e-commerce al PIB europeo llegó al 4,37% en 2022. Así lo refleja el European E-comerce Report 2023 elaborado por Ecommerce Europe con la colaboración de Adigital, que destaca la posición de España, donde el comercio electrónico B2C ha seguido experimentando un impulso muy superior a la media europea, creciendo un 31% en 2022, hasta 72.000 millones de euros. De esta forma, España se sitúa como el cuarto país europeo, de los 37 analizados en el informe, con mayor volumen de negocio online. La aportación del ecommerce al PIB español es igualmente superior a la media europea: en 2022, el comercio online representó el 5,42% del PIB en España.

El informe de Ecommerce Europe observa que, aunque el comercio electrónico europeo ha seguido aumentando durante el último ejercicio, lo ha hecho en su conjunto a un ritmo inferior al de años anteriores: en 2021 la tasa de crecimiento fue del 12%. Esto puede atribuirse a la estabilización del mercado tras el hipercrecimiento experimentado durante y tras la pandemia. Las previsiones de facturación B2C previstas para 2023 apuntan a un crecimiento del ecommerce del 8%. Por regiones, Europa Occidental es con diferencia la principal área, representando el 67% de la facturación total B2C de Europa en 2022.

Retos y oportunidades

Durante 2022, unos de los principales desafíos que identifica el informe para el sector del comercio electrónico europeo es el aumento de los precios de la energía y de otros productos básicos. De hecho, en varios países, el aumento del volumen de negocio del comercio electrónico se debió en gran parte al aumento de los precios de los productos y no necesariamente a un aumento de las transacciones. No obstante, la adquisición de servicios online, como los viajes y ocio, sí han experimentado un repunte tras la pandemia.

Otro reto que recoge el documento de Ecommerce Europe es la brecha digital entre las pymes y las grandes empresas de comercio electrónico. De hecho, en España solo el 25% de las pymes vende online. La cifra se encuentra por encima de la media europea del 18%, pero sigue siendo limitada si tenemos en cuenta el volumen de pymes de nuestro país.

En cuanto a las oportunidades, destacan los avances en el desarrollo e implantación de tecnologías que están impulsando el crecimiento del ecommerce. La fibra óptica, la banda ancha, el 5G o soluciones SaaS, son algunos ejemplos. También el auge del pago mediante smartphone (digital wallets). De igual forma, las tecnologías emergentes (IA, ChatGPT, realidad virtual…) tienen el potencial de mejorar aspectos como el marketing, la atención al cliente, la experiencia de compra o la disminución de las devoluciones, uno de los retos principales del comercio online.

Por último, en lo que respecta a la entrega de bienes, el informe destaca algunos países que están impulsando sus propias estrategias para mejorar el delivery de última milla, favoreciendo la sostenibilidad y la habitabilidad de las ciudades. Un ejemplo es la recogida mediante taquillas o el impulso a las flotas de vehículos no contaminantes. El impulso hacia la sostenibilidad del sector se viene enfocando también desde otros ámbitos, a través de la regulación de aspectos como el derecho a reparar o la disminución de envases y residuos de envases derivados del comercio electrónico. También en el ámbito de la regulación, el informe de Ecommerce Europe destaca el Reglamento de Servicios Digitales (DSA) y el Reglamento de Mercados Digitales (DMA).