Solo una de cada cinco pymes ha integrado la factura electrónica

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Más del 80% de las pymes dedica entre 2 y 5 días al mes a tareas de gestión, y 4 de cada 10 aseguran que esto impacta negativamente en su capacidad de tomar decisiones estratégicas. Solo el 22% de las pymes considera haber alcanzado un alto nivel de digitalización real.

En un entorno marcado por la incertidumbre macroeconómica, la inflación persistente y el avance regulatorio, las pequeñas y medianas empresas españolas se enfrentan a una transformación urgente. Así lo recoge el informe “Radiografía económica y bancaria de la micro y pequeña empresa en España 2025”, elaborado por Qonto, que revela que, a pesar de que la factura electrónica será obligatoria en breve según la normativa europea, solo un 21% de las pymes españolas ha completado su integración. Un 49% no la utiliza y un 18% desconoce por completo la regulación. La adopción es especialmente baja en las microempresas, que citan la falta de tiempo, recursos y formación como sus principales barreras.

La carga administrativa continúa siendo uno de los principales frenos al crecimiento. Más del 80% de las pymes dedica entre 2 y 5 días al mes a tareas de gestión, y 4 de cada 10 aseguran que esto impacta negativamente en su capacidad de tomar decisiones estratégicas. Este dato subraya el valor que pueden aportar las soluciones digitales a la hora de liberar tiempo, profesionalizar la gestión y permitir un mayor enfoque en el desarrollo de negocio.

Crecer también implica una mayor complejidad operativa: el 72% de las pymes prevé contratar más personal en 2025, lo que aumentará las necesidades de gestión de nóminas, tarjetas corporativas y control de gastos. Esta tendencia anticipa una demanda creciente de soluciones financieras más ágiles, integradas y escalables que acompañen el crecimiento con eficiencia.

 

La digitalización como puerta de entrada a la financiación

Uno de los hallazgos más concluyentes de este informe es la fuerte correlación entre digitalización y acceso al crédito o a la incorporación de capital. En este sentido, el 65% de las pymes españolas han obtenido financiación en el último año frente a un 35% que no lo han hecho. Las empresas digitalizadas lo hicieron en un 77% de los casos, frente al 23% de las no digitalizadas.

Sin embargo, solo el 22% de las pymes considera haber alcanzado un alto nivel de digitalización real, lo que apunta a una transformación aún táctica y no estratégica. Herramientas como la conciliación automática de gastos, el análisis de caja en tiempo real o la integración contable son cada vez más valoradas por las empresas.

Entre las principales razones que impulsan a las pymes españolas a iniciar su digitalización financiera, se encuentran: el ahorro de tiempo y costes (40%), la mejora del control financiero (32%) y el cumplimiento legal (30%). Esto evidencia que la digitalización ya no se percibe únicamente como una tendencia tecnológica, sino como una respuesta directa a necesidades operativas y regulatorias muy concretas. Sin embargo, a pesar del progreso, la adopción de herramientas avanzadas sigue siendo baja. Esto indica que la digitalización sigue siendo parcial y fragmentada, más operativa que estratégica. Un dato que lo ejemplifica es que tan solo el 17% de las pymes usa ERP o CRM integrados con contabilidad.

El informe también señala que las compañías más digitalizadas son más optimistas: un 57% prevé aumentar sus ingresos este año, frente al 10 % que espera una caída. Sin embargo, este optimismo se ve matizado por retos significativos como la inflación, la caída de la demanda o el elevado coste de financiación.